La reforma de una vivienda no es solo una cuestión estética: puede marcar una gran diferencia en su valor de mercado. En un entorno competitivo, mejorar el estado y funcionalidad de tu inmueble es una inversión inteligente que se traduce en mayor interés, menos tiempo en el mercado y, en muchos casos, un precio de venta superior.
Cuando hablamos de reforma de una vivienda, lo primero que suele venirnos a la cabeza es la estética: suelos nuevos, paredes pintadas, cocina moderna. Sin embargo, las reformas son mucho más que una cuestión visual. Tienen un impacto directo y medible en el valor de mercado de un inmueble, especialmente en ciudades con alta demanda como Donostia-San Sebastián.
¿Qué tipo de reformas aumentan más el valor?
No todas las reformas revalorizan un piso por igual. Las que más influyen son aquellas que mejoran la habitabilidad, la eficiencia energética o la distribución. Las tres más relevantes:
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Renovación de cocina y baños: Son las estancias más valoradas por los compradores y donde más se nota el paso del tiempo. Un cambio de mobiliario, fontanería y acabados puede marcar la diferencia.
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Mejora energética: Cambiar ventanas, instalar calefacción eficiente o aislar térmicamente puede suponer un plus económico… y una reducción de los tiempos de venta.
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Redistribución inteligente: Unificar espacios, eliminar pasillos innecesarios o crear una habitación extra puede aumentar el atractivo de la vivienda sin necesidad de ampliar metros.
En resumen: la reforma de una vivienda orientada a lo funcional tiene un retorno más alto que la puramente decorativa.
¿Cuánto se puede revalorizar una vivienda reformada?
Según estudios recientes, una reforma integral puede incrementar el valor de una vivienda entre un 15 % y un 30 %, dependiendo del tipo de reforma, el barrio y el estado inicial. Además, las viviendas reformadas se venden hasta tres veces más rápido que las que necesitan arreglos.
Una vivienda que presenta un acabado moderno, con materiales neutros y buena iluminación, conecta mejor con los compradores y genera más visitas, más ofertas y menos margen de negociación.
Reforma sí, pero con cabeza
Es importante no sobredimensionar. Invertir 40.000 euros en una reforma para un piso que se va a vender por 180.000 puede no tener sentido. Lo ideal es adaptar el tipo de reforma al perfil del comprador objetivo y al entorno del inmueble.
Por eso, desde Okados Inmobiliaria ofrecemos asesoramiento personalizado: analizamos el estado del piso, el mercado local y el perfil comprador más probable para ayudarte a decidir si merece la pena reformar… y en qué invertir exactamente.